Ese fue el día en el que la vida volvía a ser vida para mí. Sólo un gesto bastó y el gesto más irreal como sacado de una historia de hadas que obnubilaron mi mente y mi corazón. Y es que eras tú y yo no era. Era mi fortuna y a la vez la más grande de mis frustraciones y es que no estaba completa, aún. Conocerme??? no llegó y es que el silencio se apoderó de cada una de las palabras que el corazón más dulce y sincero quisieron detallar: su belleza, su cabello, sus ojos, su sonrisa, sus manos, su pecho, su nostalgia, su tristeza, su frustración, su impotencia, su deseo de lastimar a un cristal. Lo hubiera hecho, quizá otra hubiera sido la historia y es que faltaba poco, ese último día lo propuse... ese era el propósito, cantar!!! dejar que el alma cante. No hubo oportunidad... no la hubo y hoy ya no se enredan sus cabellos en mis manos como alguna vez me lo dijo. El sinsabor de una historia no concluida es la experiencia de mi vida y los imborrables recuerdos, los que me mantienen de pie y de frente; sin miedos, sin verguenzas, sin desilusión, sin pocas palabras. Es el hoy del tararear de mi alma.
Hola Allison!
ResponderEliminarEnhorabuena por el nuevo blog.
Bienvenida a este maravilloso mundo ciberespacial.
Sabes me encanta la foto que pusiste en tu perfil, y que pudiera existir más fascinante que mirar en una noche serena el firmamento lleno de diamantes...
Un abrazo!
:)
Gracias por la bienvenida Sybila!
ResponderEliminarMirar el cielo es mágico y una caricia al corazón y lo que más me gusta hacer desde niña. Me encanta tu blog! y gracias por tu comentario.